Boston (EEUU), 10 jun (EFE).- El alero reserva Glen Davis, al que los compañeros conocen de forma cariñosa como "Big Baby" se mostró eufórico después de ayudar a los Celtics de Boston a conseguir la victoria por 96-89 ante Los Ángeles Lakers en el cuarto partido de las Finales de la NBA que ahora se encuentran empatadas a 2-2.
"Lo único que paso en el campo fue que pusimos determinación", declaró Davis, que con 18 puntos, incluidos nueve en el cuarto periodo fue decisivo para el triunfo. "Es lo que las leyendas siempre han hecho".
Davis, que lideró a los reservas de los Celtics que aportaron 36 puntos por 18 de los Lakers, dijo que el momento no permitía ningún tipo de concesión.
"Era el momento de hacer bien las cosas, aprovecharlo y jugar con el convencimiento que íbamos a ganar", declaró Davis. "Cuando tienes confianza de ti mismo todo sale bien".
Davis dijo que cuando está en el campo para nada le preocupan lo que hagan los demás, sólo piensa en la manera como puede ayudar al equipo a conseguir la victoria.
"Todo lo que pienso es conseguir la victoria", señaló Davis. "No me importa nada más, ni me preocupa si Kobe hace sus tiros, simplemente quiero me centro en conseguir la victoria y hacer todo lo que sea necesario para alcanzarla, además de asegurarme de dar mi apoyo completo a los compañeros hasta el final del partido".
Un apoyo, que ni el propio entrenador de los Celtics, Doc Rivers, pudo pensar iba a recibir el equipo cuando le tocó tomar la decisión de dejar a cuatro reservas en el campo, con sólo el escolta Ray Allen como representante de los "Big Three", para hacer frente en el cuarto periodo a las estrellas de los Lakers.
"No fue una decisión difícil porque los titulares admitieron que era lo mejor y apoyaron a sus compañeros más que nadie", declaró Rivers. "No creo que los titulares se sintiesen por la situación que se dio sino todo lo contrario, son conscientes lo importante que es nuestro banquillo".
Tan importante que sin su aportación en estos momentos los Celtics no estarían de nuevo soñando con la posibilidad de conseguir un nuevo título de liga sino más bien en las próximas vacaciones porque remontar un 1-3 ante los campeones de liga entraba más en el campo de los "milagros" que de la realidad deportiva.
"Rondo (Rajon) y el resto de los titulares fueron los que me animaron con gritos a que mantuviese en el campo a los reservas, algo increíble, una experiencia única", subrayó Rivers. "Hemos hecho esto durante la temporada regular, pero en un partido de las Finales es algo increíble".
Rivers admitió que la decisión no fue nada fácil, pero que tampoco le generó sorpresa la manera como respondieron los jugadores ya que sabe mejor que nadie lo preparado que están y como trabajan todo el tiempo.
"Me siento feliz, no sorprendido", destacó Rivers. "Es cierto que estamos en unas Finales ante un rival que son los campeones de liga, pero también se de la clase de todos mis jugadores".
Ahora los Celtics no sólo han logrado empatar la serie sino que van a llegar al quinto partido del próximo domingo con la moral más alta que nunca y además convencidos que sus reservas les pueden seguir dando una ayuda que puede ser decisiva en el resto de la competición.
Especialmente la energía del base Nate Robinson, que junto a Davis fue otra de las claves en el triunfo de los Celtics al conseguir 12 puntos en sólo 16 minutos que estuvo en el campo.
"Sabíamos que si poníamos energía íbamos a superar a los Lakers y eso fue lo que sucedió en el cuarto periodo, no pudieron aguantar nuestro ritmo y agresividad en el ataque", declaró Robinson, el jugador que era la adoración de los aficionados de los Knicks de Nueva York, pero no del agrado de sus directivos.
Robinson dijo que los Lakers se vieron sorprendidos con la manera como jugaron en el cuarto periodo tanto en ataque como en defensa.
"Cuanto más energía pusimos en el campo, mejor jugamos en el ataque y también lo hicimos en defensa para no darles opción a reaccionar", señaló Robinson, que dijo que estaba viviendo la gran experiencia de su carrera como profesional. "Lo de los Knicks forma parte del pasado, esto es algo increíble".
Tanto energía puso Robinson, que inclusive le permitió encararse con el alero-pívot Lamar Odom después que el jugador de los Lakers le hiciese una entrada fuerte y lo lanzase contra el suelo.
Robinson se fue a por Odom y los compañeros tuvieron que controlarlo, pero no pudieron evitar que los árbitros le señalasen falta técnica, por suerte para los Celtics que el tiro lo falló Derek Fisher, que tal vez, hasta desde la línea de personal sintió la presión de la energía de los reservas de los Celtics.EFE
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